…años sin cog*r.

"Cuando yo estaba delgada"


El diario de una exflaquita.

Hace unos meses un amigo me dijo: “Morocha, tu deberías abrir un blog que se llame Diario de una ex flaquita”. Sobreentendiendose que ya llevo unos cuantos años que no lo soy.

Él siempre me dice: “cada vez que hablas de novios o jujús dices que ‘cuando estabas delgada’. Que ‘en el año tal cuando estabas delgada’, que hasta te la tirabas de put* porque siempre regresabas a tu casa con alguien que te habías levantado esa noche en el bar de turno. Siempre me has dicho que no tirabas, pero que sí te dabas los besos y le hacías el oral. Pero siempre, siempre comienzas el cuento con que ‘cuando estaba delgada’. Abre un blog y escribe ese antes y después. Esa infelicidad”.  

Yo le tomé la palabra, pero lo haré en posts. No se cuántos post surjan de este tema, pero bueh, al menos lo intentaré.

No es la primera vez que escribo sobre mi gordura. Antes lo hacía, pero sin darme cuenta que estaba delgada. Ahora que lo estoy, me arrepiento de no haber aprovechado esos momentos. De no haber tenido un romance con aquel zuliano, de no tirar tanto con mi tercer novio, de no ir mucho a la playa-piscina, de no dejar que me vieran por mas de dos minutos mis senos, de celar…

Mi mente de gordita siempre ha existido incluso cuando no lo estaba. Es por eso que cuando estuve delgada me cohibí varios romances porque ‘me sentía gorda’. Mi cabeza decía: ¿te imaginas que quiera tener sexo?  ¿Cuándo te vea la panzota? ¿la espalda? ¡por Dios! La espalda horrorosa que te gastas. Esas piernas, terrible. Das asco. Mi autoestima en su punto mas bajo.

Lo de flaca-demacrada fue cuando tenía entre quince y dieciséis años, lo de ‘delgada’ cuando cumplí los diecinueve o veinte. Pero mi etapa más ‘wild’ fue en esa etapa de ‘delgada’. En el que conocí más a fondo el bochinchito, el sexo y la sociedad.

Recuerdo que salía casi todas los miércoles a sábados por la noche. Sola, a tomar a solas y a suspirar por el idiota que me dejó. Siempre andaba despechada. Siempre se me acercaba un hombre y me preguntaba: ¿qué tienes? Y yo solo me limitaba a responder: Estoy despechada. En su mayoría terminaban ‘aconsejandome’ y dándome de tomar para que acto seguido terminar en su carro besándonos, entre otras cosas…

También me induje en el movimiento rocanrrolero. No faltaba el rockerito que me quería cog*r. La mayoría sin carro, pero querían en el césped, banquitos de residencias, ‘en la casa del pana tal’, en azoteas y así…

En resumidas cuentas, en esos días de delgada era la ‘cogible’. Lo que ahora estoy totalmente lejos de ser.

Yo puedo contarles las innumerables: ‘Cuando yo estaba delgada’ en este post y escribir dos líneas del ‘ahora’ desde que soy gorda. Refiriéndome en cuestiones del amor-sexo.

Es que en mi vida había tirado más cuando estaba delgada que gordita. Y eso que me sentía gordita, pero tiraba. Así, como que si no hubiese un mañana…

Yo me volví gordita y con ello se fue mi encanto. Ya los hombres no me ven como antes. Ya en los bar de turno no me preguntan: ¿Qué tienes? ¿te pido un cocktail? O al menos, el tú me gustas…

Ya ni los hombres feos se acercan, ni los ebrios que te ‘ven bonita’. Nada. Eso se acabó. Años sin saber que es ser cotejeada, años sin que me seduzcan o de yo seducir, años… años… años…

¿Cómo hacen esas gorditas que singan a cada rato? ¿Que tienen novios que están locos por ella? ¿Que no le son infiel? ¿Que le piden matrimonio? ¿Que les queda bien la ropa? ¿en donde regalan autoestima, vale?


PD.: …años sin cog*r.

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