Mi instinto.

¡no contabas con mi astucia!


Lo repetí en mi post anterior. Mi infierno es mi inseguridad, pero mi cielo es mi instinto. Puedo contarles innumerables anécdotas –si se le quiere llamar de alguna manera- pero las he pegado. Es como tal cual vidente y los números de loterías.
No sé si es porque seré pisciana y dicen que nosotras tenemos esa habilidad para lo extrasensorial y esas cosas… pero mi instinto no me falla y cuando me falla eso es porque seguro fumé monchis jejejej.
Pero hablando en serio, con todo esto lo de el gordi, él hace que dude, pero no lo logra. Hay días que me pone cabezona, pero no lo termina de lograr. Hasta que un día le dije: NO QUIERO QUE ME VEAN COMO UNA CABRONA.
Él se limitó a decir: Yo no te veo cabrona. Pero sus hechos confirman que piense otra cosa.
El Twitter. Bendita mierda que me hace odiarla y amarla a la vez. Porque no sé si agradecerle u odiarle por hacerle mal a mis huesos.
Imagino que pasará lo mismo si de éste no existir y estuviera entregada al Facebook o quizás, con otra red y así. Y todo por mi estúpida inseguridad. Pero es que… no soy tan tonta, yo sé cuando va dirigido un tweet conmigo. Hasta sé descifrar cuando es un vil copy-paste y se me sale el clicheroso: es un tweet que va dirigido a mi y otras tres más… Y maldigo ese momento, maldigo porque no quisiera, no quiero, complicarme.

Nota: Post hecho hace dos meses atras.