Pásame la botellita ahí.

Roncito, ronero...


"Pásame la botellita ahí".

Algunos compañeros de labores y amistades sabihondas han tratado de corromperme con los distintos resabios de mi acomplejado paladar. Me han dado a oler bebidas exquisitas donde se esconde un primitivo espíritu alemán, me han dado a probar mezclas de secos y ácidos líquidos, me han llevado a sitios extravagantes para los deleites del buen beber. Y es que no han dado, hasta ahora, el éxito que quisieran. Vive en mi vulgar interior una memoria sensorial inapropiada para el gusto erudito, una extraña maña que ni siquiera podría mencionar frente a ellos. Sus experiencias materialistas rebotan contra mi ebrio corazón de vaga adolescente. Creo que ni narcotizándome podrían lograr el duro recuerdo de la ginebra con jugo de naranja, ni las ganitas de una espumosa curdita… y mucho menos la desesperante tentación de zamparme un traguito e'ron.

Es que no se puede. Fueron muchas jodederas en las que el mejor momento no era reírme de cualquier payasada, sino la llegada de la cavita con el hielo y la caña. Fueron demasiadas noches de ladilla, a solas, que me encontraba sin nadie en el apartaco en que solo me provocaba una sola cosa: beber; y que mejor manera para resolver la situación con un pequeño vaso, la botellita, abundante hielo y la buena compañía de una burbujeante coca- cola. Fueron innumerables reuniones en distintos sitios de la ciudad, al final de la secundaria, en que mi mesada ya estaba previamente destinada a gastarse en tan exquisito etílico.

Esta antiquísima bebida ha logrado meterse de lleno en el terreno de las bebidas más digeribles y demandables del mercado nacional. Toda ciudad más o menos grande y buena parte de los pueblos de este país ofrecen al caminante la ecuación del alcohol químicamente procesado, botella limpiamente estilizada y la calidad distintiva de su aroma, sabor y color.

Gente como Daniel "tobo" Rojas, dice que hay que escoger el lugar donde se toma, pues, esa aparentemente "suave" bebida podría dejarte votáo' en cualquier sitio.

El ron y toda su generación han logrado construir referencias urbanas compartidas por el largo de los años, como la licoría "La Güaica" y "Runner" en la avenida principal de lechería, "Don Galon" en la ciudad de Maturín y hasta la casa de "El Turco" en Maracay. Sin embargo, el ron se entrega al albendrío del mercado y a las maniobras del licorero, ese trabajador que se levanta tempranito y cierra muy tarde en la noche, que ya ni se frustra atendiendo a los clientes ni escuchando habladurías de paja de los que lo visitan. Pero, oh santo cristo del agua e'vaca, o ave María de Dios; nadie se ha sentido menos venezolano ni más sobrio, por pronunciar una frase de inconfundible raciocinio: "pásame la botellita ahí".

PD.: Post escrito hace tres años en mi intento de ser escritora jejeje...

Mi morocha...

Esto no lo edité ni lo reeleí varias veces para que se viera bien. Son las 02:21am, día viernes creo. Tengo ocho cocteles; no sé cuantas smirnoff y media curda encima. Ah!, cuatro cigarros. El pana que me invitó a "cenar" no le gusta que fume. El point es... que dentro de mi ebriedad mientras escribía algunos estatus en el FB me acordé algunas frases que mi hermana me dice. Y cómo me da ladilla; haré un copie y pegue del mismo.

* "NO SOY PAJÚA. Si ser pajúa es decir la verdad; entons, SÍ LO SOY"

* "Ay hermana tu eres especial" - Mi hermana viendo una fotito de una niñita con síndrome de down.


Yo: Yager, no tienes personalidad. Repites lo mismo que mi mamá.
MiMorocha:"Jajaja Yaner, por favor. Crea fama y acuéstate a dormir. Yo no soy fijona; solo imito lo bueno"


Yo: Coño, me doy con los niñitos. Ellos se divierten conmigo.

MiMorocha: "Claro gafa, tu eres de igual ellos..


Apesar de que me diga que soy enferma mental y todo. YO QUIERO A MI HERMANA. Mi hermana tiene tarjetas yo no, mi hermana tiene un trabajo fino yo no, mi hermana tiene BB yo no, y con todo y eso la quiero. ¿CUÁL ES EL PEO? jejejeje


PD.: Estoy ebria y esa nunca en su vida ha sabido que es una pea. Una vez se prendió y habló en inglés. Y se lo aplaudo. Dijo Very nice del carajo. Yo la quiero. Además. Ella sabe que cuando estoy en este estado la ladillo porque le pregunto como si estuviera cuatro meses con un novio: ¿HERMANA TU ME QUIERES? ella responde que sí pa salir del paso. Es más vale, voy a dormir y ya mañana leeré esta vaina. Ella no lo leerá. Tiene BB pero ni abre el FB. Me sabe a mierda. Besos... Mañana lo borro. qué carajos. jejejejeje

El que se enamora, pierde.

“Maldito amor y sigo amando”

“Si te enamoras, pierdes”
me dijo mi papá cuando se enteró que tenía mi primer noviecito. Y comenzó toda aquél discursito de pruebita de amor y todas esas consecuencias que arrastran…

Yo he perdido la noción de todo este año. Ya no sé sinceramente si estuve enamorada de mi chico de los veintitantos, ya no sé si de verdad quemé el despecho, ya no sé si de verdad estoy realmente loca, ya no sé NADA, NADA, no sé si Mariluchi (Del programa BRUJAS en Canal I) es transformista…No sé…
Hace unas semanas un amigo me llama y me dice: Moro, tenemos que beber, me mandaron a comer pupú al Guri. Y ando despecháo. Y yo: Dale amigo, VAMOS.
Nos fuimos a ese local sport donde era barra libre. Fuimos los primeros en llegar. Éramos los tres. Dieguito – el despecháo –, el very pequen y yo. Prácticamente fuimos los primeros en llegar. Como éramos los únicos mandé a poner Bossita. El reggaeton estaba de más. Nos tiramos en el mueble aunque los puff estaban apetecibles, pero no. Nos sentíamos cómodos allí. Comenzamos con vodkas nuestra fastuosa conversación de desamor. Él nos contaba, nosotros escuchábamos y le decíamos: ¡Qué mal! .
En una de esas salta el Very pequen y dice (no pudo decirlo mejor): “Amigo, si el destino es que ella sea suya. Volverá a usted”.
Y me hizo recordarlo. A aquél hijoeputa del idiota. Y el very pequen también recordó su amor. Y bebíamos. El bartender traía más tragos. Nosotros recordábamos. Casualmente nos ponían esas canciones de Zapato3 que nos hacían recordar más ese amor. Aquellos meses cuando nos conocimos que bebíamos a morir. En el que era: el ipod, la sangría, el marlborito, la noche y nosotros tres… Seguíamos bebiendo y yo gritaba: “MALDITO AMOR Y SIGO AMANDO”
Brincó una canción de Soda Stereo: Té para tres. Bebíamos. Creo que me quedé dormida… no recuerdo un carajo. Mi ebriedad se hizo presente. Uno dormía, otro enviaba mensaje…
Nos despertó el encargado del local, ya eran las una de la mañana. Al lado de ese local quedaba otro sitio nocturno. ¿Seguir bebiendo? Sí, claro. VAMOS. Uno de ellos vomitó la entrada. Que va, NOS VAMOS PARA LA CASA jajajajaja…
Caminamos, caminamos, llegamos hasta una playa. ¿Bañarnos? AJÁ, SÍ, ¿POR QUÉ NO?. Nos quitamos la ropa. Y nos bañamos… y juramos no beber más por amor. Bueh, yo lo hice. Juré. No sé ellos dos…
Pero a la final, uno siempre cae en la tentación…

Dime con quien andas y te diré quien eres.

La Morocha le mencionas sangría y sale corriendo”.


En la sociedad o se habla bien o se habla mal. Pero en su mayoría, siempre termina siendo pendejá. Sea en cualquier ambiente en el que te la pases: En el trabajo, en las discos, en el rock, en la casa tuya, en la de tu suegra, etc.
Yo me la paso en el rock. Interesantemente, me he dado cuenta de las malas mañas que éstas acarréan desde hace un buen tiempo. Sin embargo, muchacho barrigon ni que lo fajen chiquito. No hay modo de que uno cambie. Saber que tus panas te conocieron bebiendo y quitarte la raya de borracha es algo arrecho. Inconscientemente, sí, INCONSCIENTEMENTE, he dejado de beber como lo hacía antes. Por salud, porque ya no siento despecho, por cualquier cantidad de whatever que les puedo nombrar en este momento; he dejado de beber. O, al menos como lo hacía antes. Y sé que esa vaina no va a cambiar cualquier perspectiva de ustedes hacia a mi.
Yo me lo he ganado. ¿Quién más que yo, no? La raya es difícil de quitársela más aún si así eres tu. Si te gusta disfrutar es bebiendo, diciendo chistes malos, amaneciendo con chicos, tomándote fotos “sexys”, fumando más que Courtney Love…
He escrito últimamente del modo de cómo creo yo que ustedes me ven y dándole las respuestas de cómo yo me veo, me siento.
En el rock se habla mucha paja. O los grupos sociales donde se maneja “la música”. Que si “fulanita se perdió de repente como a las 2am con aquél”. Que si “sultanita subió con aquél carajo y ya tienen como una hora y no bajan”. Que si “Marica, vi a la caraja de tetas grandes la que siempre se emborracha se está besando con uno distinto”. Que, “mejor no invitemos a esa caraja, ella hace unos shows cada vez que se emborracha”. Entre otros comentarios que dejan mucho que desear…
Esos son comentarios que me llegan a mi, que hasta yo he comentado alguna vez. Y entonces, ¿QUÉ DIRÁN DE MI? Y más aún, ¿cuando hablan de un@ amig@ mía?
¿Da rabia no? Pero, bueh, no le echemos la culpa al alcohol, o en mi caso, al vino, a la sangría ni a las green jejejeje. Sinó a uno mismo…