Bueh, cuando solía despecharme en Maturín, caminaba desde Juanico por toda la calle Bolívar hasta llegar a aquella panadería árabe que quedaba al lado de un banco. En la que toda esa trayectoria me acompañaba unos cuantos cigarritos mientras comía chesse tris y me tomaba un raspáo de limon que compraba cuando llegaba por la catedral.
Luego entraba aquél cyber que quedaba cerca de la panadería; me conectaba, pasaba horas y horas conectada. Mirando mi Msn. Mirando cuando ÉL se conectara. Y si ya lo estaba, quedarme viendo su nick. Por horas, comiendo cocossette e imáginando la cantidad de vainas que quería decirle sin que me lastimara y me arrepintiese después.
Así me despechaba en mis días en Maturín.
Sola, sin amigos. Los marlboros, las calles húmedas y el internet...
Una buena forma de llevar el despecho!
ResponderBorrarMaturin ♥
interesantes relatos jeje.. me gusta como escribes.. cuando puedas pasate al mio.. tenemos muchas cosas en comun eso creo jaja... soy percusionista de reggae. saludos.. dios te cuide..!
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